Mi condición de transgénero me permite abarcar ambos géneros con plena garantía. Llevo 12 años hormonándome por la Seguridad Social y soy militante del movimiento LGTBI. Como erotóloga y escritora entiendo que ambas vocaciones se nutren de las intimidades y particularidades que la especie humana sigue reprimiendo en contra de su naturaleza privativa. Apóstata del albedrío licencioso y la salud*****, investigo los paralelismos y sinergias entre la autocracia racional y la tiranía del cuerpo.